Tengo la ventana abierta,
más que porque salga el aire,
por ver el aire que entra
La isla de Koh Phangan fue un flechazo. No tenía muchas expectativas, pero cuando me bajé del ferry rodeada de cientos de mochileros impacientes por la full-moon party y recorrí la carretera de costa hasta llegar al hotel, supe que tenía que tenía que atrasar mi regreso a Chiang Mai. Quería quedarme más tiempo, como fuera.
A esas alturas del viaje ya tenía un máster en improvisación y en dejarme llevar pero lo que no sabía era que el hotel me haría perder el vuelo de vuelta y pedirles, ¡por faaaa!, una semana más en Secret Place, y dormir a orillas del mar en Koh Phangan.
Breve resumen de Secret Place
📍 Secret Place, al noroeste de la isla
🌈 Instagram de Secret Place
⭐ Intenta reservar una habitación con vistas al mar, no todas tienen (creo)
💰 Habitación doble con aire acondicionado: 4 noches/ 159 €
🏝 Su playa, Haad Yao, es una de las más bonitas de la isla, a mi parecer
🔑 Hay habitaciones más baratas, sin aire acondicionado y sinceramente, el aire tampoco es que funcione muy bien…
🍳 El restaurante tiene un descuento para huéspedes. Cocinan de locos
💰 Plato de comida en Secret Place ~ 2.5 €, con el descuento huésped
Por qué alargué mi estancia Secret Place
Como muchos sabéis ya, tengo la suerte de trabajar en remoto gran parte del año. Cuando llegué al Golfo de Tailandia y estuve varios días en Koh Samui y Koh Tao, me di cuenta de que esta última no estaba muy adaptada para trabajar en remoto: no había casi cafeterías con wifi y la velocidad de internet no era la mejor en los hoteles para hacer reuniones.
Así que, como aún me quedaba Koh Phangan, busqué con mucho empeño un hotel donde pudiese trabajar en condiciones. Me acuerdo de pensar «en una de estas videollamadas con gente isleña pasando por detrás te echan, guapa»!
En el restaurante que tienen a orillas del mar se trabaja de lujo, de hecho es normal encontrar a 4-5 personas con su ordenador. La wifi también es buena en las habitaciones. La comida es espectacular: el hotel lo lleva una familia de birmanos (papá, mamá y niña pequeñita adorable). La mamá se encarga de cocinar y hace unas tortillas que te caes pa’trás, aunque todo el menú está bueno (lo probé todo, doy fé!).
Lo que realmente me atrapó de Secret Place, y dormir a orillas del mar en Koh Phangan, fueron las vistas, aún cierro los ojos y lo recuerdo: la brisa del mar en la habitación, la puesta de Sol, los paseos por la playa, leer en los columpios del restaurante, las aventuras con la gente que conocí en Secret Place… tienes que ir.