En esta entrada verás pocas fotos y la explicación es rápida: están prohibidas dentro de la iglesia, incluso penadas con cárcel (mexicana) lo cual no incita a sacar el móvil. Eso es uno de los muchos motivos que explican por qué la iglesia de San Juan Chamula es escalofriante y aquí vengo a contarte cómo visitarla.
¿Por qué es tan interesante visitar San Juan Chamula y Zinacantán?
San Juan Chamula y Zinacantán son dos poblaciones indígenas situadas a pocos kilómetros de San Cristobal de las Casas. Sus habitantes hablan tzozil, una de los 68 lenguas indígenas que se hablan en todo México y están regulados por el sistema de usos y costumbres, es decir, tienen sus propias normas. Además, son muy devotos y practican la medicina tradicional en sus centros religiosos, es por eso que la iglesia de San Juan Chamula es escalofriante…
Una boda indígena, un telar y café artesanal
Nosotros hicimos la excursión a San Juan Chamula y Zinacantán con Jalapeño Tours y la reservamos en el centro histórico de San Cristobal de las Casas, aunque creo que se admiten reservas online a través de su página web o escribiendo a reservas@jalapenotours.com.
Esta excursión se me quedó grabada en la mente porque pude conocer de cerca a una cultura totalmente diferente a la mía y entender su forma de vida. A veces pensamos de ciertas poblaciones que son machistas, anticuadas y extremistas (y algunas así son) pero es importante conocerlas, saber qué hay detrás y porqué motivos, en ocasiones, no han tenido acceso a ciertas herramientas económicas y educativas. Los guías me gustaron mucho precisamente porque explican muy bien la estructura e ideología de San Juan Chamula y Zinacantán desde el profundo respeto.
📍 Dirígete a sus oficinas en San Cris para hacer tu reserva
💰 $ 100 MX = 4 €/persona
⌛ Una mañana completa
🔗 Jalapeño Tours Web
🔑 Lleva siempre algo de dinero suelto, allí se pueden comprar tejidos preciosos o productos artesanales y no aceptan tarjeta
La Iglesia de San Juan Chamula es escalofriante pero no quiero desvelar detalles para que lo viváis vosotros mismos, también tuvimos la oportunidad de probar café artesanal y tortillas de maíz hechas por las mujeres que trabajan en el telar. Allí me compré un poncho precioso y conocí a Maria Felisa, la señora que regentaba el telar que nos vistió a todos como si fuéramos a una boda en Zinacantán. Me siento súper agradecida por aquel día, ¡¡¡Gracias!!!